domingo, 20 de abril de 2008

II. Dos amantes bajo un sombrero

                                                                        


1 INTERIOR.APARTAMENTO DE SAÚL.DÍA. 1

SAÚL sale del baño con una toalla sobre su cintura. Toma
la nota de Esteban que está sobre la mesa. Se sienta en la
cama y pasa la nota entre sus dedos. Vuelve a dejarla
sobre la mesa. Toma el sombrero que está sobre la cama y
se lo pone. Se lo acomoda de manera que le cubre los ojos.


2 EXTERIOR.PARQUE DE SAN ANTONIO.DÍA 2

La mano de MALENA levanta el sombrero que cubre los
          ojos  de Saúl.                                                      

Ella juega con el entre sus manos, mientras va caminando
de manera coqueta hasta un muro donde dos tipos tocan la
guitarra. Malena se pone el sombrero y baila.

Saúl destapa el lente de su cámara y se acerca de forma
sigilosa a ella. Cuando esta a punto de tomarle una foto,
ella le mete los dedos al lente.


3 EXTERIOR.ENTRADA AL APARTAMENTO DE SAÚL.DÍA. 3

El pomo de la puerta gira hacia la izquierda.

La puerta se abre.Saúl sale de su casa. Tiene la cámara en
su mano. Se la lleva al hombro. Mira de nuevo la nota y
la arruga entre su puño. Cierra la puerta de su casa desde
afuera.


4 INTERIOR.APARTAMENTO DE SAÚL.NOCHE 4

Se escucha que alguien golpea la puerta. Malena entra a la
habitación a través de la ventana. Lleva un paquete marrón
en sus manos.

Malena se desnuda y pone un disco de Frank Sinatra. Se
acuesta en la cama de Saúl y revisa unos contactos con una
pequeña lupa que saca del nochero.

MALENA
Esta sí, esta no, esta
sí,no,no,no,no,esta sí

Ella marca las fotos que le gustan con un marcador rosado.
Al terminar de revisar los contactos, se acuesta boca
abajo en la cama, mirando hacia la puerta. Luego rompe el
paquete marrón y saca un sombrero de hombre. Malena se
         lo  pone.                                                         

Suenan unas llaves en la puerta. Malena se apresura a
sacar una cámara digital de su bolso. Saúl abre la puerta,
ve a la chica desnuda y deja caer la llaves. Ella le toma
una foto.

MALENA
Quedaste con cara de ahuevado

SAÚL
Dame esa cámara, bribona

MALENA
(Sacándole la lengua)
No quiero

Él la persigue por la pequeña habitación, e intenta
agarrarla por sus brazos y cintura desnuda. Finalmente,
Saúl se tropieza con la grabadora que esta en el piso y se
lastima un dedo.

Se sienta en la cama, para revisar su uña. Malena se le
acerca en actitud de reconciliación. Él la ignora. Ella se
sienta a su lado y se mete bajo su brazo a la fuerza. Saúl
la mira con ternura, sólo para echarse sobre ella un
momento después. Ella protesta, pero el joven saca su
cámara y la enfoca.

MALENA
(Tapándose la cara con el
sombrero)
Noooooooo

Saúl le levanta un poco el sombrero y le toma una foto.
Suenan los carros pasando por una calle de Cali, al
mediodía.


5 EXTERIOR.ANDEN LOMA DE LA CRUZ. DÍA. 5

Saúl corre a través del anden de la calle quinta, tomando
fotos a la altura de las llantas de los vehículos que
pasan. Dispara una y otra vez, de manera frenética. Oye un
sonido que proviene de su cámara.

Se detiene y la abre, se encuentra con un rollo que se ha
reventado. Lo tira a una fuente que se encuentra cerca.El
negativo se sumerge.

Saúl detiene un bus y se sube. Suena la registradora del
bus.


6 INTERIOR.APARTAMENTO DE SAÚL.NOCHE. 6

Un encendedor zippo es cerrado. Saúl se lleva un cigarillo
a la boca, mientras permanece acostado desnudo en su
         cama. Malena está frente a la ventana, desnuda. En su cuerpo 
         se  reflejan destellos dorados,azules y verdes.                   

MALENA
Vamonos juntos.

SAÚL
No, vete tú.

MALENA
Tómame una foto, vamos.

SAÚL
No hay luz. Vete ya.

MALENA
No tienes porque ser así. Aún
tenemos tiempo.

SAÚL
Vete.

Malena se mete entre las sábanas con Saúl. Él tiende
la cabeza sobre su regazo, mientras le soba las piernas.
La luz del amanecer que entra por la ventana, los
ilumina. Saúl se pone el sombrero sobre sus ojos. Suenan
las turbinas de un vehículo aereo.

SAÚL
Vas a perder tu vuelo, Male.


7 EXTERIOR. ENTRADA AL RESTAURANTE . DÍA. 7

En el cielo se ve un avión que sobrevuela la
ciudad. Saúl lo mira, mientras se cubre de la luz
con su sombrero. Él se queda mirando el cielo hasta que el
sonido del avión desaparece.

Saúl entra al restaurante.

viernes, 18 de abril de 2008

I. Pequeñas delicias de una vida no conyugal


El día de hoy se me antoja azul.

Te miro bajo el amanecer en el espejo, eres extraña y dorada. Ayer me cautivaste caminando por las calles de Cali, mientras yo procuraba capturarte con mi lente.

Al anochecer te atrapé, descubriéndote entre canciones de Sui Generis y copas de ron. Ahora te dejo; tan hermosa como te encontré, tal vez más, con la complicidad de esta luz.

Entre los estragos de la noche anterior, Saúl toma su cámara y su sombrero. El fotógrafo le da un beso en la boca a la mujer, sin despertarla. Después abandona la habitación para siempre.

A través de mi lente veo una procesión de caras grisáceas por las calles desteñidas. El sonido de sus carretillas es la banda sonora del trasnochado, como yo, pero sus rostros se pierden en la bruma azul. Bajo esta luz tan lúgubre, mi cámara se vuelve un lastre al hombro.

Un olor familiar reconforta al fotógrafo vagabundo y le avisa que su hogar está cerca. Es el pan recién hecho de la tienda de Doña Gloria. Saúl saluda a algunos de los bohemios habituales del lugar, que beben café, sentados sobre la acera, como en un gesto subversivo contra los transeuntes que se dirigen presurosos a sus trabajos.

Saúl entra al lugar, donde la dueña le sirve su tinto, sin necesidad de pedirlo. Además le entrega algo inesperado, una carta.

- Saulito, te la dejó un tal Esteban-
- Mi hermano. Debe ser con motivo de alguna reunión familiar: una boda,un accidente, un entierro, una herencia o otro intento de mi padre de sacarme de mis malos pasos.-
-Saúl, calle esa boca, no vaya a atraer la mala suerte-
-No me preste atención, mi doña. Son cosas de familia. -


Proximamente:
II. Amantes Desnudos bajo un Sombrero

viernes, 11 de abril de 2008

Un sombrero, una mujer, la cicatriz, una foto

I
Saúl se despierta en la cama de una modelo con la que estuvo la noche anterior, nunca la volverá a ver. Se va caminando hasta su casa, buscando algo para fotografiar, sin éxito. Al llegar a su barrio, entra a la panadería donde Doña Gloria quien le da una nota de su hermano.

II
Sául se viste para salir a cumplir con la cita propuesta en la nota. Al ponerse el sombrero recuerda a la mujer que se lo regaló y no ha dejado de amar: Malena. Rememora sus paseos por el parque de San Antonio, la renuencia de ella para dejarse fotografíar, cuando le regaló el sombrero, su última noche juntos y cómo Malena se fue para Argentina.

III
Al mediodia, el fotógrafo se reune con su hermano,Esteban, a almorzar. Él intenta persuadir a Saúl para que hable con su papá y arreglen sus diferencias. Lo invita a una comida que se va a realizar por el cumpleaños de el padre. A Saúl lo indispone la plática, pone la plata sobre su mesa y se va del lugar.
Por la tarde, el joven se encuentra trabajando en la Loma de la cruz. Recorre todo el lugar a través de su lente, sin encontrar que fotografiar. Una rafaga levanta el sombrero de su cabeza, el mismo llega hasta los pies de una mujer que le llama mucho la atención. Ella tiene como rasgo distintivo una cicatriz atravesando su cara de mejilla a mejilla. Saúl se deleita fotografiandola por todo el parque, hasta que ella atraviesa la calle 5. El fotografo le pregunta su nombre, pero no lo oye a través del bullicio de los carros. En su ensimismamiento, se mete a la plena calle, intentado escucharla mejor, pero un carro casi lo atropeya. La cámara se cae y el rollo se abre, velando el negativo. Saúl busca a la mujer con su mirada, pero ella ya no está.

IV
Al otro día, Saúl está en una sesión fotografiando a una modelo, pero con cada click, siente un malestar profundo. Cada foto le hace más distante el recuerdo de la chica con la cicatriz. Él huye del lugar
Saúl sale a la calle, tomando fotos de manera desesperada, intentando capturar destellos e imagenes que le recuerden a ella. Recorre la loma de la cruz, de nuevo, preguntado por la misteriosa mujer, pero el único dato que consigue es que en ocasiones vende sus joyas artesanales frente al Teatro Municipal.
En su búsqueda frenética de imagenes, se topa con un joven cerca al Teatro Municipal, al cuál le toma una foto porque tiene un aire parecido al de la chica de la cicatriz; es James. Esta foto inesperada, molesta de sobremanera a este joven; quien junto con unos amigos pelean con Saúl. Pronto llega la policia, y captura a Saúl y a dos muchachos que no se alcanzaron a volar, James se escapa. Durante la pelea, Saúl alcanzó a escuchar a uno de sus agresores hablar de "la palmirana", y cree que esta puede ser una pista para encontrar a la mujer que busca.

V
Saúl está detenido en la comisaria. Uno de los policias lo reconoce y llama al papá. Al rato, su padre y su hermano, Esteban, llegan a pagar su fianza y se lo llevan con ellos a la casa. Al llegar a la casa materna, el fotógrafo ve que están en plena celebración del cumpleaños de el papá. La situación se torna muy incomoda para él, y recibe reproches de varios de los familiares ahí presentes. De todas maneras, decide permanecer ahí, al menos hasta que acabe la fiesta, y se toma varios tragos para soportar la situación.

Unas horas después, Saúl se levanta en su vieja cama, cobijado. Sale de ahí y decide tomar el auto de la familia, para irse a Palmira en busca de la mujer de la cicatriz; pero al intentar abrir el carro le enciende la alarma. Pronto, toda la familia baja, con el padre de bate en mano, para ver quién está ahí.

VI
En la madrugada, los padres le exigen a Saúl una explicación de su comportamiento. El les inventa una historia sobre un hombre palmirano que le quiere comprar varias fotos, para una exposición, pero sólo si se las lleva, a mas tardar, ese mismo día. La madre y el hermano le sugieren al padre que acompañe a Saúl hasta esa ciudad. A él no le gusta mucho la idea, pero cede ante la presión familiar. Saúl la acepta, porque cree que es su mejor opción de llegar pronto a Palmira.

En el viaje por carretera, ambos hablan muy poco. Saúl toma algunas fotos a través de la ventanilla del carro, que le recuerdan a aquella mujer. Al mediodía, se detienen en un pequeño restaurante cerca a Palmira. Durante el almuerzo, el padre hace un intento por hablar con el joven. Discuten sobre la decisión de Saúl de abandonar sus estudios, su estilo de vida y la falta de aceptación del padre. Al terminar de comer, siguen su trayecto a Palmira en el carro, Saúl se queda dormido.

VII
Saúl está detrás de un escritorio, vestido con un traje formal, varias tallas más grandes que él. En frente tiene una pared que parece ser una vitrina. A través del vidrio ve pasar a Malena, el se abalanza tratando de alcanzarla pero se golpea contra la pared. Su oficina se empieza a mover hacia atrás y hacia adelante. Lo que está detrás de la vitrina, se ve enfocado o desenfocado dependiendo de los movimientos de la oficina, el joven intenta agarrarse de su escritorio para no caerse.

Subitamente, la oficina empieza a moverse bruscamente de un lado a otro, sólo se ve un borrón a través del vidrio. Todo se detiene, y tras el vidrio está el rostro enorme de la mujer con la cicatriz. La oficina se vuelve a mover, y se detiene en la cara de James; luego en la cara del padre; más adelante en la cara de Saúl magullada; finalmente en una cara desconocida, llena de marcas y sin ojos. Saúl intenta esconderse tras el escritorio porque siente que esa cara va a devorarlo. Todo empieza a desvanecerse en partículas de luz.


VIII
Saúl es levantado por su padre, quien le pregunta dónde es la oficina. Saúl, aun nervioso, señala el primer edificio que ve. Él insiste en entrar sólo, pero su padre se niega. Ambos entran a la sala de espera, pero Saúl se excusa un momento para salir a fumar un cigarrillo. En ese momento, sale a buscar a la mujer. El padre le pregunta a la recepcionista por el comprador de las fotos, y se da cuenta que su hijo le ha mentido; se va a buscarlo.

Un mendigo se acerca a Saúl, este le da unas monedas y le pregunta por una chica con una cicatriz. El mendigo le dice donde puede encontrarla, pero le advierte que tenga cuidado.

Saúl llega al barrio donde vive la mujer. Al pasar por una tienda, James lo ve y toma un palo para atacarlo. Antes que el fotógrafo se de cuenta, este hombre lo golpea, mientras le advierte que los deje en paz. De repente un hombre toma a James por el brazo y lo noquea de un puñetazo, es el padre de Saúl. Otros muchachos de la tienda, atacan al Señor Montoya, pero este se defiende y cubre el cuerpo caído de su hijo.

IX
La mujer de la cicatriz sale de su casa y con un grito hace que los muchachos se detengan. El padre de Saúl se acerca hasta él, y se da cuenta que no respira. El padre le da respiración boca a boca al hijo, mientras le pide que despierte, este finalmente reacciona.

La mujer les pide que entren a su casa. Donde les explica por qué James hizo lo que hizo. En el lugar hay un hombre ciego y con muchas cicatrices en su cara, sentado en una silla. Es su padre. La mujer les cuenta la historia del padre, un sicario que lo tenía todo y lo perdió, junto con su vista, en un atentado fallido. Al que sus enemigos no dejaron en paz después de esto, y a cuya hija dejaron marcada de por vida, como parte de su venganza. Finalmente, el padre se refugió en un humilde barrio de Palmira con sus hijos, deseando que lo olvidaran,y le dejaran sufrir sus últimos años en paz.

La chica de la cicatriz, se sienta en el suelo al lado del padre, le toma una mano y se la acaricia. Él le soba la cabeza, mientras se esfuerza por no llorar. Es una escena muy conmovedora para Saúl y el padre. Saúl, aun maltrecho, les toma una fotografía. En ese momento, una luz igual a la de la primera foto que le tomó a la muchacha, atraviesa los rotos entre las tejas del lugar, y lo ilumina todo. El padre de Saúl le dice "Es una foto muy bella".

X
Saúl se despide de la chica, y le da su dirección para que lo visite un día que esté en Cali. Antes de irse, recuerda que no sabe su nombre y se lo pregunta. "Aura" ella responde. El joven le da un abrazo y le agradece. Luego se va con su padre.

Atardecer. Saúl está recostado en el hombro de su padre; van en el carro camino a Cali. Al pasar el reten entre Cali y Palmira, el sombrero de Saúl se vuela por la ventanilla. El joven se reincorpora y le pide al padre que se detenga. El padre se niega, pero ante la insistencia de Saúl, se detiene en la mitad de la carretera.

El joven cojea y pasa por debajo del peaje; lo que causa que los empleados y la policia salga detrás de él. Al otro lado del peaje, encuentra su sombrero a los pies de una chica que vende dulces. Al verla, el joven se siente emocionado y le pide que le deje tomarle unas fotos. Antes que ella responda, la toma del brazo y corre con ella, mientras la autoridad los persigue. Le toma fotos entre los carros que se encuentran atascados, al tiempo que esquiva a la policía. Ella posa, desconcertada, pero emocionada. El padre ve todo lo que ocurre y no puede evitar sonreír, por su hijo, el fotógrafo. Anochece.


FIN






miércoles, 9 de abril de 2008

Títulos

- La cicatriz y el fotógrafo.
- Detrás de una foto.
- La búsqueda de Saúl.
- Un sombrero, una chica, una foto.

A Color

En ocasiones creo que el color no existe. Puedo pasar días enteros, en que la ciudad de Cali se me antoja blanca & negra. Pero luego llegas tú, una tarde casi al atardecer y eres dorada. Todos lo somos cuando estamos ante ti. Ella también lo era, desnuda en mi cama, iluminada por las farolas a través de mi ventana; tu luz es su misma luz.

Y por un momento, mientras me encuentro contigo, yo también lo soy.




viernes, 4 de abril de 2008

Bar Italia

Bar Italia, doce menos cuarto. Tras un día entero de averiguar por Malena en todas las escuelas de danza de la ciudad, sin resultados, Saúl se encuentra con Daniela, una modelo colombiana que lo acompañó en su viaje. Los dos entran a este lugar, donde se encuentran con una vieja amiga de la modelo: Marianella. Ella esta danzando entre dos amigas, con una copa de un cóctel verde en una de sus manos. Lo primero que nota Saúl son las enormes gafas con marco blanco que tiene puestas. Al ver a Daniela, la joven se les acerca y saluda, después de las introducciones respectivas, se sientan en una de las mesas del lugar.


-¿Y vos que haces? ¿Esa es tu camarita? No tiene ni pantalla, corazón.-
-Con el lente es suficiente, las pantallas tienden a ocultar antes de mostrar.-
-!Y ese acento! Saúl dijiste que te llamabas, sos colombiano, verdad nene, ¿es este el famoso sombrero voltiao de ustedes? Está lindo, !re foclórico!-
-Es un sombrero de detective-
-!Pero bueno! Si estas aquí en plan de trabajo , ¿te mandó a averiguar por mi esta chica? Que amiguitos tan raros los tuyos Daniela.-
-Podría decirse que si estoy averiguando, pero no te preocupes, no es por ti.-
-Esperate, esperate, esperate, me re mata está canción.-


Marianella se para de la mesa y toma la mano del primer hombre que encuentra en la pista. Baila con él de manera acelerada y sensual. A Saúl, sus movimientos le resultan exagerados y casi grotescos, a comparación de la fragilidad y belleza de la danza de Malena.


-¿Insoportable verdad?-
-Es simpática, tiene algo que me gustaría fotografiar, pero se pierde en su acelere. Quisiera verla quieta por un instante.-
-Uhm, veo. ¿Sabes que esta fingiendo verdad?-
-¿Sobre qué?-
-Sobre todo, es la farsante más grande de este mundo. !No va a conocer un sombrero voltiao! como si toda esa desgraciada familia de ella fuera en verdad de las altas élites argentinas. Yo lo sé todo sobre ella, Saúl.-
-¿Qué buscas realmente aquí en Argentina, Daniela?-
-La verdad, Saúl, nada más.-
-Ah, sí. Yo ya he estado en esas, pero no te lo recomiendo a ti. Tu busqueda me parece más una venganza.-
-!No me importa! Tú tienes tus motivos para venir hasta acá y yo los míos.-

Daniela toma su bolso y se levanta de la mesa sin despedirse de Saúl. Él la sigue con la mirada hasta que atraviesa la puerta del Bar.

-¿Dónde esta ella? ¿Tan pronto se cansó de mi?, es que llevarme el paso no es fácil, puedo estarme horas y horas bailando, y al final me veo tan espectacular como comenzé, no es nada fácil ser yo, corazón.-
-Me lo imagino, aunque yo te veo un poco cansada; tu cara, ya no tiene el mismo tono de hace unas horas.-
-¿Qué queres decir? Si me veo divina ¿crees que podes venir aquí con tu camarita y la chica esta y decirme que no me veo espectacular?-
-No te ves espectacular ¿por qué no te sientas? Quedate quieta, un minuto.-
-Pero... ¿que te dijo ella de mi?-
-No mucho, aun, pero lo que no me ha dicho, sospecho que es muy grave.-
-!Todo es mentira!-
-Si tú lo dices. De todos modos, yo tengo que ir a otra parte, ya sabes, a hacer averiguaciones.-
-Quédate, cinco minutos.-


En los siguientes diez minutos, no se pronuncia una palabra. Saúl permanece sentado, moviendo el lente de su cámara impacientemente. Marianella se quita sus enormes gafas blancas y las deja sobre la mesa, después se recuesta sobre la misma. Su cabello le cubre casi toda la cara, sólo uno de sus ojos se asoma. Se le nota cansado, rodeado por ojeras y con unos vasitos rojos estallan en su interior. Saúl le toma una foto a su rostro en primer plano. Marianella retoma su postura y se pone las gafas rapidamente.


Fueron los diez minutos más silenciosos de sus vidas.