viernes, 4 de abril de 2008

Bar Italia

Bar Italia, doce menos cuarto. Tras un día entero de averiguar por Malena en todas las escuelas de danza de la ciudad, sin resultados, Saúl se encuentra con Daniela, una modelo colombiana que lo acompañó en su viaje. Los dos entran a este lugar, donde se encuentran con una vieja amiga de la modelo: Marianella. Ella esta danzando entre dos amigas, con una copa de un cóctel verde en una de sus manos. Lo primero que nota Saúl son las enormes gafas con marco blanco que tiene puestas. Al ver a Daniela, la joven se les acerca y saluda, después de las introducciones respectivas, se sientan en una de las mesas del lugar.


-¿Y vos que haces? ¿Esa es tu camarita? No tiene ni pantalla, corazón.-
-Con el lente es suficiente, las pantallas tienden a ocultar antes de mostrar.-
-!Y ese acento! Saúl dijiste que te llamabas, sos colombiano, verdad nene, ¿es este el famoso sombrero voltiao de ustedes? Está lindo, !re foclórico!-
-Es un sombrero de detective-
-!Pero bueno! Si estas aquí en plan de trabajo , ¿te mandó a averiguar por mi esta chica? Que amiguitos tan raros los tuyos Daniela.-
-Podría decirse que si estoy averiguando, pero no te preocupes, no es por ti.-
-Esperate, esperate, esperate, me re mata está canción.-


Marianella se para de la mesa y toma la mano del primer hombre que encuentra en la pista. Baila con él de manera acelerada y sensual. A Saúl, sus movimientos le resultan exagerados y casi grotescos, a comparación de la fragilidad y belleza de la danza de Malena.


-¿Insoportable verdad?-
-Es simpática, tiene algo que me gustaría fotografiar, pero se pierde en su acelere. Quisiera verla quieta por un instante.-
-Uhm, veo. ¿Sabes que esta fingiendo verdad?-
-¿Sobre qué?-
-Sobre todo, es la farsante más grande de este mundo. !No va a conocer un sombrero voltiao! como si toda esa desgraciada familia de ella fuera en verdad de las altas élites argentinas. Yo lo sé todo sobre ella, Saúl.-
-¿Qué buscas realmente aquí en Argentina, Daniela?-
-La verdad, Saúl, nada más.-
-Ah, sí. Yo ya he estado en esas, pero no te lo recomiendo a ti. Tu busqueda me parece más una venganza.-
-!No me importa! Tú tienes tus motivos para venir hasta acá y yo los míos.-

Daniela toma su bolso y se levanta de la mesa sin despedirse de Saúl. Él la sigue con la mirada hasta que atraviesa la puerta del Bar.

-¿Dónde esta ella? ¿Tan pronto se cansó de mi?, es que llevarme el paso no es fácil, puedo estarme horas y horas bailando, y al final me veo tan espectacular como comenzé, no es nada fácil ser yo, corazón.-
-Me lo imagino, aunque yo te veo un poco cansada; tu cara, ya no tiene el mismo tono de hace unas horas.-
-¿Qué queres decir? Si me veo divina ¿crees que podes venir aquí con tu camarita y la chica esta y decirme que no me veo espectacular?-
-No te ves espectacular ¿por qué no te sientas? Quedate quieta, un minuto.-
-Pero... ¿que te dijo ella de mi?-
-No mucho, aun, pero lo que no me ha dicho, sospecho que es muy grave.-
-!Todo es mentira!-
-Si tú lo dices. De todos modos, yo tengo que ir a otra parte, ya sabes, a hacer averiguaciones.-
-Quédate, cinco minutos.-


En los siguientes diez minutos, no se pronuncia una palabra. Saúl permanece sentado, moviendo el lente de su cámara impacientemente. Marianella se quita sus enormes gafas blancas y las deja sobre la mesa, después se recuesta sobre la misma. Su cabello le cubre casi toda la cara, sólo uno de sus ojos se asoma. Se le nota cansado, rodeado por ojeras y con unos vasitos rojos estallan en su interior. Saúl le toma una foto a su rostro en primer plano. Marianella retoma su postura y se pone las gafas rapidamente.


Fueron los diez minutos más silenciosos de sus vidas.

2 comentarios:

Narrativas II dijo...

No sé vos, pero creo que podrías trabajar un poco más allá este pasaje en la vida de Saúl. Tal vez él pueda ser el único al que Marianella le confiese su verdad, tal vez lo busque, lo llame, en el momento en el que toma la decisión de quitarse la vida, tal vez, otras cosas más.

Anónimo dijo...

Bueno, me gusta bastante, y estoy de acuerdo con Adriana. Por otra parte Marianella no sacaría a bailar a cualquier hombre, seria bueno que nose, lo sacara a el y daniela lo detuviera, y en ultimas le toque bailar sola.
Y alargar algo la conversación entre Daniela y Saúl, pues todo queda muy vanal. Saúl necesita ganarse la confianza de Marianella, asi que creo yo que podria decirle con un tono mas sutil que no está tan espectacular.